Muchas personas creen que los dolores de espalda siempre tienen el mismo nombre y que sus causas son básicamente las mismas sin importar en qué sección de la columna vertebral se presenta el malestar. Sin embargo, la realidad es que hay varios tipos de padecimientos lumbares y el pinzamiento cervical es uno de los más comunes cuando se trata de un dolor en el área cercana al cuello.
Por ese motivo desde nuestra Clínica de fisioterapia en Gijón te explicamos cuáles son los síntomas asociados a un pinzamiento cervical así como también los tratamientos más oportunos para una patología como esta. Pues al familiarizarte con este malestar podrás identificar rápidamente cualquier síntoma para tratarle oportunamente.
¿Qué es el pinzamiento cervical?
El pinzamiento cervical es una lesión vertebral que se produce al haber un bloqueo en una o más vértebras de la columna en la sección del cuello. Dependiendo de su gravedad se determina el nivel de pérdida de movilidad.
El origen habitual de este malestar es cuando el nervio que circula entre las vértebras queda atrapado por culpa de un bloqueo postural que lo oprime accidentalmente. Esto produce un dolor significativamente grande que impide la libre movilidad o hace que cualquier movimiento que involucre al cuello y sus músculos cercanos se sienta como un gran desafío.
En realidad, estos pinzamientos cervicales también pueden producirse en la columna dorsal. Lo que causa una serie de dolores en la columna con acciones tan simples como la respiración o también por el tacto en un punto concreto de la espalda alta o de los hombros y brazos.
¿Cuáles son los síntomas comunes del pinzamiento cervical?
Los síntomas de un pinzamiento vertebral van variando dependiendo de la zona en la que se producen. En el caso de la columna cervical se destacan por ser un poco más comunes y frecuentes por la facilidad que tiene esta parte del cuerpo para sufrir movimientos demasiado bruscos accidentalmente.
Por ejemplo, un pinzamiento lumbar suele causar un crujido articular que se acompaña de la imposibilidad de realizar movimientos de flexión. Justo como aquellos que se hacen al vestirse o al ponerse los zapatos. También es común la presencia de una sensación de hormigueo o cosquilleo en el área adolorida.
Cuando el pinzamiento se produce en la zona dorsal se empieza a sentir pinchazo en la espalda al inspirar aire como habitualmente se hace como un relejo natural.
Ahora bien, cuando se trata de un pinchazo cervical lo que se siente es un crujido articular que se produce cada vez que hay un movimiento del cuello a ambos lados. El dolor que se presenta en este tipo de lesiones incluso puede generar un bloqueo de ese movimiento.
Consecuencias de un pinzamiento cervical
Hay que destacar el hecho de que un pinzamiento cervical sin atender puede llegar a provocar una hernia de disco. Y es que mantener la vértebra bloqueada en una misma posición crea una presión creciente sobre el disco intervertebral, el cual a su vez golpea al nervio y es el que produce el dolor.
De modo que la postura que se crea en el pinzamiento cervical hace que la presión sobre el disco rompa progresivamente los anillos vertebrales. Lo cual primero genera protusión discal y posteriormente escala hasta el desarrollo de una hernia discal.
Tratamiento habitual para un pinzamiento cervical
El principal tratamiento de un pinzamiento cervical siempre será la manipulación mecánica de la columna con la intención de reajustar las vértebras pinzadas y con ello se podría restablecer la movilidad.
Esto se logra a través de la fisioterapia quiropráctica y es importante que un malestar como este se atienda desde las etapas iniciales. Eso debido a que al desaparecer el pinzamiento, el nervio logra liberarse de la presión. Con ello deja de producirse el dolor que mantiene limitada la movilidad de la persona y pone en riesgo la estructura de su disco intervertebral.
Tomando esto en cuenta desde nuestra clínica especializada en la terapia manual en Gijón te invitamos a contactar con nosotros si llegas a sentir algún síntoma asociado a un pinzamiento cervical, lumbar o torácico.